Enrique Hernández

Un pintor por descubrir

Enrique Hernández Rodríguez (Fuentepinilla 1933 – Barcelona 1997) fue un pintor y escultor soriano formado artísticamente en Barcelona,  del que existen pocas referencias.

Artista laborioso y prolífico, a lo largo de su trayectoria abordó distintas técnicas y géneros, no solo en el campo de la pintura sino también en la escultura. Su extensa obra se compone de más de 800 dibujos, 150 óleos, 200 acuarelas, litografías y grabados, realizados en poco tiempo, pero con un gran ingenio y talento. Como escultor cuenta entre sus creaciones con algunas composiciones de cerámicas, donde destaca el uso de esmaltes y colores sobre arcilla, además de algunas piezas de joyería y bisutería, decoraciones para baños y otros trabajos.

Alma dolorida (Enrique Hernández)

Enrique Hernández fue un pintor autodidacta con un estilo pictórico intuitivo y expresivo, en el que desarrolla su creatividad a través de formas en constante evolución. En su obra se aprecia la influencia del impresionismo, surrealismo y cubismo. Según su propio testimonio: “Soy el menos en pintura. Me coloco delante de un papel o unas telas sin saber lo que voy a hacer y lo fio todo a la inspiración del momento. Sobre todo con el papel dejo que la mano se vaya por donde quiera guiada por el cerebro y a éste lo dejo entera libertad que haga lo que piense, que dibuje lo que quiera. Una vez que el subsconsciente ha esbozado la idea la acepto y hago trabajar el consciente lo mínimo posible para que la expresión sobre el papel de esta idea tenga un mínimo de solidez y armonía en cuanto a composición, ritmo, expresividad etc. Un pintor que se precie elegirá el desafío de lo difícil y allí demostrará su valía. Hay quien ve más lo superficial, la parte plástica y hay quien va mas allá detrás del modelo, las vivencias, las sugerencias y el significado del modelo. Ese soy yo.» 

La experimentación con el color está presente en todas sus obras, llegando a dominar tanto esta faceta que, se dejaba aconsejar en cuanto a la forma, pero no así en lo referente al uso del color.

Algunas galerías de su obra:

Hijo de represaliados

Enrique Hernández

Enrique nació en el año 1933 en Fuentepinilla, un pequeño pueblo soriano de la comarca de Berlanga de Duero. Sus padres fueron D. Aurelio Hernández Bravo y Dª. María Luisa Rodríguez Barón, ambos maestros represaliados durante el franquismo, hecho que marcaría a Enrique de por vida1Aurelio y Maria Luisa se conocieron cuando ejercían en sendos pueblecitos gallegos de la provincia de Pontevedra, él en Pías de San Miguel de Tabagó, y ella en Verducido-Xeve.                                                                              En el año 1921 Aurelio permuta la plaza de Pías de San Miguel por la de Peñalba de San Esteban con D. Antonio Periañez, quien al parecer estaba disconforme por las dificultades que se le ponían en la forma de realizar su labor educativa. Al principio Aurelio tuvo sus diferencias con algunos padres de alumnos afines al anterior maestro que le recriminaban sus simpatías republicanas y que influyera en los niños con su ideología.                                                                                                                                      En agosto de 1934 Luisa, que ya había dado a luz a Enrique, y acogiéndose al derecho de maestros propietarios por consorte, solicitó la plaza de la escuela graduada de niñas de Berlanga de Duero renunciando a la de Cuevas de Vinromá (Castellón). Por su parte Aurelio, que en aquel momento ejercía como maestro en su pueblo de Fuentepinilla, pidió plaza para la de niños también en Berlanga, donde se habían construido escuelas nuevas y se había implantado la coeducación, pero con escuelas separadas de niños y niñas..

El levantamiento militar que provocó la Guerra Civil dio paso a las primeras depuraciones franquistas cuyos responsables, obsesionados con el presunto daño que los maestros progresistas habían causado a la educación y para extirpar las supuestas falsas doctrinas, apartaron de la docencia y abrieron expediente a gran número de maestros nacionales que de esta forma fueron represaliados por sus ideas políticas entre los que se encontraban los padres de Enrique. 

El 19 de agosto, Gonzalo Calamita2 Responsable del rectorado distrito universitario de Zaragoza al que pertenecía la provincia de Soriaen vista de la información recibida de la comisión depuradora de la provincia de Soria y a petición de la Junta de Defensa Nacional, acuerda suspender de empleo y sueldo a Aurelio y Luisa, junto a la también maestra de la pedanía de Hortezuela, Rosalía Estévez Fernández3Boletín Oficial de la Provincia de Soria, 19 de septiembre 1936. El Defensor Escolar, 19 de julio 1936, El Avisador Numantino, 23 de septiembre 1936., tal y como aparece en el Boletín Oficial de la Provincia. La acusación que al parecer le hacen las personas a las que se les había solicitado información sobre Aurelio es el haber acompañado al diputado republicano y periodista Benito Artigas Arpón4Benito Artigas Arpón (Calahorra 1881 – México 1958) Periodista y político. Primer presidente de la Federación de Obreros de Soria; director de los periódicos Tierra de Soria, La Verdad, además de redactor de La VozEl Sol y ABC. Diputado del Partido Republicano Radical Socialista por Soria en 1931 y en 1936 por la Unión Republicana. En julio de 1936 se vio obligado a huir para salvar su vida y se exilió en Francia y luego en México donde murió. en su visita a Berlanga, por lo que además se le sanciona con quinientas pesetas5http://soria-goig.com/Etnologia/escuelas2.htmy abre expediente el 10 de enero de 1937 con incautación de sus bienes6Boletín Oficial de la Provincia de Soria, 9 diciembre 1937, Comisión provincial de Incautación de bienes Por el contrario a Luisa, aunque sigue adelante su expediente de depuración, se la repone provisionalmente en su puesto el día 6 de octubre de 19377Boletín oficial de la Provincia de Soria, 11 de octubre 1937 y El Defensor Escolar, 9 de octubre 1937., y poco después se la traslada por sanción como maestra a Valtajeros8El Defensor Escolar, 18 diciembre 1937 y Diario Labor, 13 diciembre 1937..

Enrique a los 10 años

La situación vivida durante la guerra supuso una experiencia extremadamente dura para un niño de tres años. Además, las secuelas dejadas por la poliomielitis, tuberculosis y un grave accidente de tráfico que sufrió cuando circulaba junto a sus padres en las inmediaciones de Hortezuela9Periódico soriano LABOR, 16 de marzo de 1936, p 5: “…Ortezuela. En las inmediaciones de este pueblo en el kilometro 19, hectómetro 9 de la carretera de Burgo de Osma a Ariza, el auto de matrícula de Valencia numero 3005 conducido por el chófer, Mariano Rodrigo, de 40 años de edad, natural de Cuéllar (Segovia) y ocupado por don Santiago Sachi Pedro, de 35 años, ingeniero agrónomo residente en Madrid, chocó con el taxi matriculado en Soria, numero 1066, conducido por Agustín Gil Sanz de 31 años de edad que llevaba como pasajeros a don Aurelio Hernández Bravo, su esposa doña Luisa Rodríguez y su hijo Enrique de 2 años de edad. Todos los ocupantes de este último coche resultaron con heridas de pronóstico reservado” fueron determinantes en su personalidad. Durante las largas etapas de la enfermedad cuando Enrique era niño pasaba horas y horas sentado contemplando tras la ventana a los vecinos de su pueblo. «Entonces me acostumbré a verlo todo como un espectador» afirma en uno de sus diarios. Estos sucesos sin duda generaron emociones muy intensas y causaron traumas psicológicos que afectaron a Enrique durante toda su vida. 

 La música y la lectura ya eran sus grandes aficiones, y al estar inmovilizado se inició en el dibujo y la pintura. Tras completar la educación primaria en Fuentepinilla se trasladó a Soria junto con su hermana donde continuó con el bachillerato en el que destacó como un estudiante brillante.

Traslado a Barcelona

A los 16 años Enrique se trasladó a Barcelona con la idea de seguir sus estudios y abrirse paso en la vida. Se alojó en varias pensiones en el barrio de Gracia hasta que en 1973 compró un piso en el Raval. Más tarde adquirió una casa en la urbanización de Santa Cristina de Valls, donde residía en temporadas alternas al piso del Raval. Ésta fue su etapa más creativa y de mayor productividad. Tuvo pocos amigos y escasa vida social, tan solo algún colega de la profesión como Martín Fierro, Ortuño y Ramón González (todos tienen obras suyas). Quizás la única familia de la que recibía apoyo y cariño era la de su amigo Miguel Ángel Esteban, con quien solía cenar todos los domingos y cada 31 de Diciembre. La familia Esteban le ayudó en más de una ocasión a superar momentos de crisis ya que le acogieron como uno más dentro de su hogar.

Enrique en su estudio

El padre de Enrique falleció como consecuencia de un infarto siendo él muy joven. Su madre murió el 9 de abril de 1984 en Madrid, quien luchó mucho por sacar adelante a sus hijos. “Me hizo mucho bien y también mucho mal sobreprotegiéndome y quitándome confianza en mí mismo, lo que me hizo muy vulnerable”Su única hermana, Celia, nacida en 1934 vive actualmente en Madrid y nos ha facilitado algunos datos de su infancia.

Nunca supo adaptarse a su trabajo en la administración como funcionario de Correos y Telégrafos en Barcelona, al que achacaba gran parte de sus males. Trabajaba en el archivo donde se sentía realizado, pero en 1971 la dirección le cambió a otro departamento donde había demasiado trabajo y se sentía agobiado y enormemente humillado. Por el conflicto interno que le generaba esta situación, ya que se revelaba contra su condición de funcionario en esas condiciones y sus constantes crisis de depresión, su psiquiatra, el doctor Antón Bofill, elaboró un informe para su prejubilación.

Su vida estuvo marcada por una lucha constante y durante buena parte de ella vivió solitario en compañía de un viejo canario que había heredado y Li, su perro fiel al que también llamaba Don Toribio.

Viñeta de Enrique con «Li». Ramón González Antonaya (Diseñador de viñetas e ilustrador gráfico)

Academia de la Lonja y Círculo artístico de San Lluc

Enrique estudió en varias escuelas de arte en Barcelona.  En los años setenta accede a la Academia de Arte y Diseño de la Lonja de cuyo seno surgió la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge. También frecuentaba el Círculo Artístico de Sant Lluc, una asociación artística  fundada en 1893 por iniciativa de varios artistas modernistas con unas orientaciones católicas y conservadoras. Esta institución se dedicaba a la promoción y enseñanza de las artes pictóricas, y fue lugar de encuentro de la flor y nata de las artes catalanas y cuna de las raíces del movimiento novecentismo de principios del siglo XX. Enrique, al igual que otros artistas, pese a su aconfesionalidad, asistió a clases de dibujo y conferencias, y pasó largos ratos en la biblioteca. Se puede decir que fue aquí donde realmente se formó y perfeccionó su técnica pictórica.

Escuela de Sant Lluch de Barcelona (https://www.santlluc.cat/qui-som/)

Frenopático de Barcelona

En sus últimos días estuvo internado en el Instituto Frenopático para tratamiento de enfermos mentales de la Clínica Delfos de Barcelona. Tenía miedo al sufrimiento y dudas profundas al no creer en el más allá, lo que le producía un padecimiento muy intenso. Tras tres intentos de suicidio llegó a pedir la eutanasia. Enrique falleció en 1997, fue incinerado en el crematorio de Montjuic y sus restos descansan el panteón familiar de Fuentepinilla, su pueblo natal.

Obra

Autorretrato de Enrique

Enrique utilizaba una técnica rápida, de largas pinceladas cargadas de materia pictórica. Muchos de los temas están inspirados en experiencias pasadas y objetos de su memoria, con formas y estilos propios que representan no solo elementos sino también la atmósfera que envuelve las huellas de su pasado. Su obra cuenta con una gran cantidad de creaciones dedicadas a Fuentepinilla y alrededores que estuvieron presentes durante su niñez.

Obra de Enrique (1984)

Estudios de expresión y escenas en Sant Lluc

Es difícil describir el verdadero estilo de Enrique, en el que se pueden apreciar distintas estéticas. En su primera etapa predominan las escenas de paisajes del mundo que le rodea, en principio son temas de su infancia en el medio rural de la zona soriana en que destacan los paisajes con escenas de aldeas y campesinos con tonos densos y grisáceos de poca luminosidad. Después de su traslado a Barcelona retrata paisajes en torno a la urbe.

Escuela de Sant Lluc. Apuntes al natural.

Lo más interesante en su etapa de formación son sus clases de pintura con estudios de expresión y del movimiento, sobre escenas que dibuja durante sus ratos de estancia en el Círculo Artístico de San Lluc. En ellas se puede observar a otros artistas, desnudos femeninos o figuras humanas.

Primera exposición y crítica de su obra

Su actividad artística se desarrolla entre los años 1955 y 1990. Vendía sus obras en la plaza del Pi de Barcelona, y realizó algunas muestras en galerías y entidades bancarias. En el año 1969 tuvo lugar su primera exposición en solitario en uno de los lugares más emblemáticos de la pintura catalana, las famosas Galerías Jaimes, entre el 21 de febrero y el 6 de marzo. Enrique presentó una muestra de veinticinco óleos, todos de tamaño reducido, con temas de paisajes circundantes a la capital como Pedralbes, Horta, Sant Cugat, Valldoreix, Gavá, etc., algunos interiores con figuras, y unos estudios de expresión. Fue el primer encuentro con el espectador y la crítica.

Éstas serían algunas de las opiniones de la crítica sobre la presentación de un novel Enrique Hernández:

«…desigual en su obra, tanto que ha debido seleccionar con más rigor la muestra. No obstante, en sus mejores momentos se perciben destellos de pintor. Son estos los paisajes de 1,3 y 11, el florero 20, la figura 23 y los interiores 26 y 28. Los menos felices los números 6, 8, 9 y 13 que no ha debido de exponer. Confiemos que en su segunda salida triunfe el lado positivo. Posibilidades no le faltan».

ALBERTO DEL CASTILLO.- «Diario de Barcelona 1/3/1969»

«…los paisajes, en su mayor número, adolecen de indecisión, pero constituyen indicio muy apreciable de que el novel artista se halla dotado para acometer obras de mayor empeño, una vez superada la etapa de búsqueda y tanteo en que ahora parece encontrarse inmerso»

ÁNGEL MARSÁ.- «El Correo Catalán 1/3/1969»

«…he aquí un pintor que presenta su primera exposición entre nosotros. Más que sus paisajes, donde las gamas cromáticas proliferan confusas y poco definidas, nos agradan de este artista sus clases de pintura. Es decir, una colección de lienzos, matizados en las luces de los interiores, donde recoge una serie de apuntes en los que pueden verse jóvenes ejercitándose en el noble arte de la creación pictórica. La atmósfera está expresada con fidelidad y bien dibujado los contornos de los cuerpos. Enrique Hernández apunta a ser un buen pintor de interiores más que de caballete montado al pleno aire».

RAFAEL MANZANO.- «Solidaridad Nacional 27/2/1969»

«…un pintor sobrio. Se inspira en la naturaleza y de ella transpone unas versiones densas de profundidad formal y paleta un tanto aborrascada. Hernandez busca dar una faz personal a sus versiones de la naturaleza. Versiones detenidamente observadas trasladadas al lienzo con empuje y valentía, al margen de todo mimetismo. Anotemos también el acierto de sus temas de figura femenina. De un modo especial algunas de sus chicas pintando en el taller y cabeza de mujer un sobrio estudio». 

RADIO BARCELONA.- «Estampa de Arte 28/2/1969″

«…no cabe duda que el pintor anda buscando con afán, el camino de la singularidad. Para ello eligió el realismo. Un realismo de tonos densos, profundos. Ensordecidos, un tanto aborrascado por el momento. Esta preferencia por la densidad tonal tal vez resulte un tanto reiterada. Así, en el conjunto predomina una tonalidad olivácea y el gris. La pincelación arrebatada, confunde, en más de un caso, los valores plásticos. El camino más ajustado, podría ser hallado por el joven pintor, en obras como la nº 4 (Gineueta), de resultados menos convulsos y más serenos, por lo tanto. Nos ha parecido lleno de posibilidades en el estudio de la figura humana, especialmente en algunas de sus cabezas femeninas».

RADIO BARCELONA.- «Mosaico de las Artes» 5/3/1969

Las distintas críticas expuestas de los profesores D. Alberto del Castillo y D. Rafael Manzano González, dos grandes críticos del arte catalán; otro no menos erudito y equilibrado en sus críticas, y abierto a las nuevas corrientes cómo Ángel Marsá o la pintora Lina Font, entonces guionista de Radio Barcelona, opinan y valoran positivamente las posibilidades del artista y casi todos coinciden en lo desacertada que fue la elección de las obras expuestas por parte de la galería, algo que confirma y con lo que está de acuerdo el propio Enrique en uno de sus diarios. La exposición fue visitada por bastante gente pero solo logró vender tres cuadros y por ello escribe: «…me siento fracasado, humillado, deprimido e indignado por los errores de la exposición y haber seguido consejos ajenos más o menos interesados».

Según palabras de su amigo el dibujante Ramón González Antonaya: «…exponerse al público es reconocimiento y crítica, y las dos cosas no las llevaba bien. Su timidez le impidió enseñar toda su extensa obra que sólo nos mostraba a los más allegados».

A partir de entonces no consta que realizase exposiciones en otras galerías, pues siempre se negó a ser encasillado en estilo o temática, lo que no le perdonarían compradores y marchantes, «la mayor servidumbre que tiene hoy día la pintura», según su manera de ver. Acusaba también la falta de criterio propio de aquellos que clasifican una obra como buena solo cuando la propaganda así lo indica.

Ganador de la primera Exposición Nacional de Arte

En marzo de 1972 la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones organiza la Primera  Exposición Nacional de Arte. Enrique se presentó la obra E.N.H.E.R.O que fue galardonada con el primer premio de la Sección Dibujo y Grabado. La Dirección General, entonces a cargo de D. Carlos Álvarez Romero, se puso en contacto con el artista para solicitarle la cesión o venta de su obra ya que tenía el propósito de formar una Galería de Honor con los primeros premios de las distintas ediciones que se sucedan. Enrique respondió donando generosamente su obra a la institución.

Paisaje (Enrique Hernández)

Apuntes al natural y escenas de vida libre

En los últimos años Enrique entra en una profunda crisis y se aprecia una fuerte ruptura con su primera etapa, como se refleja en las ilustraciones de sus cuadernos (tomos 1 y 2). Su estilo se vuelve más impresionista y retrata el ambiente que le rodea y su mundo interior. Utiliza la línea y el color de un modo expresivo y fuerte. Se puede observar en sus obras del arte primitivo y las escenas de vida libre o de la vida imaginativa de alto contenido simbólico con objetos que expresan una comunicación directa con la naturaleza. Algunas de sus pinturas más interesantes son las del Frenopático en las que retrata a los internados en este hospital psiquiátrico durante su estancia en él.

Las formas que utiliza en sus dibujos abstractos se reducen a cubos, cilindros, conos o pirámides muy similares a la atmósfera de Picasso. Sus apuntes al naturalescenas de pájarosvida libre, relojes, etc. hacen despertar la imaginación del espectador. Él mismo solía decir, que la pintura ha evolucionado mucho y la forma de mirar y sentir ha cambiado. En palabras del autor: «Hay un pintor que goza de mi especial predilección: Van Gogh. Pasó por estar loco y así se le sigue considerando. Era un extraño entre los hombres, un incomprendido. Su cariño iba a parar a los paisajes y los objetos que pintaba. Picasso: Monstruo por su capacidad, por su creatividad. La constante de Picasso, según mi modo de ver, es la obsesión sexual. Yo pienso que Picasso fue durante toda su vida un obseso sexual y no me refiero ahora a los temas de sus dibujos. He conocido a mucha gente que pintara y hasta ahora siempre he observado que la originalidad tan apreciada y buscada hoy día es en la que tiene algo tan natural  y espontáneo como el ser guapo o feo, alto o bajo. Para el que no la tiene es inútil que se esfuerce en conseguirla, no la conseguirá, lo único que llegará a ser estrambótico, estrafalario o ridículo, pero original nunca».

El tuerto (Enrique Hernández)
Barca de remos (1977, Enrique Hernández)

Libros manuscritos y el "collage"

Enrique dibujaba constantemente para mejorar sus habilidades hasta que el glaucoma que afectaba a sus ojos se lo permitió. Su colección de libros ilustrados y manuscritos muy al estilo de los códices y beatos antiguos, tiene dibujos en su interior representando diversos temas propios que acompaña con textos que aluden a la escena representada. Algunos son autobiográficos (Historia de una lucha cruel) y otros contienen mayoritariamente dibujos y comentarios donde abundan los bocetos y estudios preliminares para la composición de una pintura u obra de artesanía de su obra. Solía decir que el dibujo enseña a observar y pensar en término de luz, sombra y color.

Las encuadernaciones y portadas al estilo de los collages o papier collé cubistas, presentes en muchos de sus libros nos dan una idea de la conexión de Enrique con pintores como Picasso, Braque o Juan Gris. Se superponen capas de óleos con recortes de periódicos, fotografías, hojas de árboles, textiles o dibujos recortados de sus trabajos que los utiliza para ello.

En muchas ocasiones ilustró sus propios libros con algunos poemas. Su escritura se mezcla con esa facilidad con que su mano distraída se encaminaba hacia los márgenes del papel para garabatear formas y perfiles imaginarios con la misma pluma con la que escribe sus capítulos, lo que solía llamar apuntes de imaginación

Portada y páginas ilustrada de uno de los libro diarios del pintor

Diarios de Enrique

21/8/1970 «…Poco falta ya para la fecha en que me entrevistaré con el posible futuro cliente de mis óleos. Es la mar de interesante esta espera en la que se puede decidir el rumbo de mi vida».

16/9/1970 «… Ayer estuvieron el norteamericano y señora viendo mis cuadros y los de Manzano y Luis. No compraron ni uno. Todo lo que tenía proyectado resultó ser como me temía, el cuento de la lechera. Está visto que tendré que adaptarme a Telégrafos».

3/5/1974 «… Quisiera ser peña en la orilla del camino. Ceñida por el viento. Lavada por la lluvia. Viendo como el sol se pone lentamente. Reposo para el cansado. Compañía para el caminante. El polvo y yo, vecinos».

7/11/1974 «…Nevados de Valtajeros en la alta sierra al pie del Moncayo. Yo niño en la escuela antes de abrir. Los cristales con dibujos afiligranados y helados. Bellísimos encajes siempre distintos, sorprendentes y afiligranados de cristalitos helados».

7/11/1974 «…Monte de Cidones. Tierra de pastos. Colinas suaves y desgastadas, piedras gigantescas, aristadas como brotadas del suelo. Bosquecillos de chaparros de vez en cuando. Sol de atardecer, ardiente aún, echando fuego».

21/9/1976 «…Pienso que quizás sufre menos el que queriendo ha sido despreciado, que el que siendo querido despreció».

28/3/1981 «…Me pasé la vida sembrando y ¡qué poco recogí!. Muy injusto ha sido el destino conmigo».

24/8/1985 «…Yo sin intermediario he vendido algunos lotes a galerías y tiendas de enmarcar. Les gustaban a los vendedores, pero en cuanto volvía a mandarles más no me los compraban. Sus compradores no los aceptaban».

Abril/ 1986 «…Voy a contar lo que acerca de la pintura sé. He de hacer constar que en cuestiones de la historia del arte soy un analfabeto, pues nunca me he preocupado por este aspecto. He puesto más interés en comprender la pintura, en saber valorar y apreciar un cuadro que en saber quién y cuándo lo pintó. La historia personal del pintor solo me ha interesado en cuanto que podría conocer su obra y saber situarme en la posición adecuada para valorarla. …Este comportamiento obedece también al propósito de no dejarme influenciar por la firma y la fama del pintor y que no me pase lo que a tantos otros que ven o vieron una obra de Picasso, por poner un ejemplo y dijeran «qué guarrada» y cuando en el extranjero lo valoran entonces es un fenómeno. He visto en el Prado bastantes cuadros de Rubens, pasa por ser uno de los pintores. A mí, no me lo parece tanto. Sus cuadros son atrayentes. El colorido es soberbio. El dibujo y las actitudes son muy buenas, pero le faltan tres cosas para mi fundamentales: Autenticidad, espontaneidad y profundidad. Goya sobre todo en sus pinturas negras es exactamente lo contrario. Emociones profundísimas. Están dotados estos cuadros de una gran técnica, pero se nota que el pintor no se recreó en la técnica ni la forma, sino en el fondo que la técnica para él no era un fin, sino un medio… Vi un cuadro de Solana creo, en el Museo de Arte Moderno de Madrid. La tertulia del Pombo en el que sus personajes tenían una cualidad sicológica que no he olvidado aún a pesar de los muchos años que desde entonces han pasado».

8/3/1987 «…Hay algunos huertecillos familiares para hortalizas que generalmente cuidan las mujeres y un pequeño cementerio de paredes blancas lleno de alta yerba y alguna que otra lápida con su cruz en las sepulturas de los más pudientes y en el que están mis padres, mis dos abuelas y mi abuelo paterno, viejo labrador del mejor emprendedor y lleno de ideas labrador viejo».

Ilustración en uno de sus libros

Esperamos que esta reseña sirva como reconocimiento al esfuerzo de la familia Esteban Marcos a la hora de divulgar y promocionar el trabajo de este artista. Y nos sumamos en este empeño por dar a conocer la figura de Enrique Hernández, con la intención de visibilizar y poner en valor esta gran obra y legado, y que pueda servir como inspiración para artistas venideros. Muchas obras de arte que están en los grandes museos han sido creadas por artistas en condiciones de adversidad y soledad como el caso de Enrique, y sufrieron durante años la incomprensión al enorme trabajo que realizaron por amor al arte.

Enrique con su perro Li (Enrique Hernández)

Vídeo realizado con motivo de una exposición de la obra del pintor en Villafrades de campos el 17 de agosto 2016. Remasterizado en junio de 2023 con motivo de la exposición realizada en Urones de Castroponce durante la clausura de las Aulas de Cultura de la Diputación de Valladolid en la zona norte.

Exposición de la obra de Enrique Hernández en Villafrades de Campos (Valladolid) en agosto de 2016

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