Un poeta pellejero, Felipe Boso

Esta entrada quiero dedicársela a Evelio Gayubo. Apasionado por la figura de Felipe Boso y que seguro disfrutará de su lectura.

El pasado martes día 23 de agosto, dentro de la velada poética que cierra la Semana Cultural de las fiestas patronales de Villafrades quise recitar un poema idealista de Felipe Fernández Alonso, un poeta de Villarramiel semi-desconocido que fuera sacado a la luz por mi amigo Evelio Gayubo en 1994.

Precisamente este poema, impreso en una placa de mármol, preside el paseo que su pueblo natal le ha dedicado en la avenida que conduce a vecina localidad de Frechilla.

POEMA IDEALISTA

Quiero
una casa de campo,
de campo, sólo de campo.

Sin paredes ni tejado,
de campo,
sólo de campo.

Sin puertas ni cerraduras,
de campo,
sólo de campo.

Sin ventanas ni balcones,
de campo,
sólo de campo.

Sin muebles y sin cortinas,
de campo,
sólo de campo.

Quiero
una casa sin casa,
de campo,
sólo de campo.1Poemas concretos, libro póstumo, Ed. La Fábrica. Arte Contemporáneo, Abarca de Campos (Palencia), 1994.

Apuntes biográficos

Felipe Boso pseudónimo de Felipe Segundo Fernández Alonso nació el 1 de junio de 1924 en la calle Santa Cruz del barrio de Santa María, junto al corro, en Villarramiel siendo el menor de tres hermanos. El sobrenombre Boso se debe a un pago del término de Villarramiel en  las lagunillas, dirección a Gatón de Campos junto a la senda de La Sierpe de Frades, donde sus antepasados tenían algunas tierras. Las lagunillas es un despoblado de Villarramiel al que hace donación de sus posesiones en el siglo XII una tal María Boso para edificar un hospital. De ahí el sobrenombre artístico que adoptó leyendo a su tío el jesuita Luis Fernández buceando la historia local de Villarramiel en sus años en el internado.

Felipe, «el alemán», como se le conocía en su pueblo natal, fue un geógrafo, traductor y promotor de la literatura española; pero sobre todo un gran poeta castellano de nuestra tierra y junto al vallisoletano Francisco Pino y el leonés José Miguel Ullán los máximos exponentes de la poesía vanguardista o experimental castellana, también llamada visual, del siglo XX.

Casa natal de Felipe Boso (Villarramiel)

A los nueve años, cuando comienza la decadencia de la industria del cuero a la que se dedicaba su familia en Villarramiel, emigran a Santander, donde su padre instala una tienda de curtidos y fábrica de extractos taninos para el proceso de convertir las pieles en cueros. Felipe realiza sus primeros estudios de bachillerato en esta capital. Al final de la Guerra Civil sus padres se trasladan a Peñaranda de Bracamonte para continuar con la industria de los curtidos en esa localidad, y Felipe ingresa como interno en el colegio San José de Valladolid donde llega de la mano de su tío el prestigioso historiador Luis Fernández para terminar el bachillerato. Se licenció en Historia en la Universidad de Santiago de Compostela en 1948, y también realizó estudios de Derecho en Salamanca, y de Filosofía y Ciencias Geológicas en Madrid.

En el año 1952 se traslada como becario a Bonn para realizar en su universidad estudios de Geografía, Etnología y Geología, donde trabaja contratado por diversos organismos del Gobierno Federal alemán como traductor de libros y en programas de radio para ganarse la vida.  Conoce a la germana Antje Reumann con la que contrae matrimonio en 1955: “Felipe y yo nos conocimos en una fiesta de carnaval del colegio mayor internacional de Bonn en febrero de 1955. Bailábamos juntos toda la noche, era Felipe un bailador entusiasta, y al fin nos sentamos juntos en la escalera. Fue un flechazo”, según palabras de su esposa Antje2Testimonio vital sobre Felipe Boso. Antje Reumann. El Norte de Castilla, 13 de abril de 2013..

Desarrolló entonces una abundante actividad dentro del periodismo y la traducción, tanto de escritores españoles al alemán como alemanes al español, y escribiendo su tesis sobre “Peñaranda de Bracamonte y su contorno regional: una contribución al estudio genético-fundacional de la población castellano-leonesa”. Durante esos primeros años, Boso escribe una poesía más ingenua y sentimental, pero es entonces cuando entrará en contacto con algunos autores alemanes de la poesía concreta (un género en que lo visual y espacial tiene la misma importancia que la rima y el ritmo), como: Kurt Schwitters, Eugen Gomringer y Paul Celan, que influirán con fuerza en él.

A partir de 1968, aparecieron sus primeras publicaciones de poesía experimental y realiza frecuentes viajes a España estableciendo lazos con poetas españoles como Pino, Castillejo, Millán, Bouza, Gómez de Liaño, etc. con quienes mantiene una fluida correspondencia de la que se conserva una parte importante en su archivo personal depositado en la Biblioteca Nacional. En 1981 fue distinguido Caballero de la Orden de Isabel la Católica.

Falleció a la edad de 58 años, un 3 de febrero de 1983 en Meckenheim, un pequeño pueblo en las afueras de Bonn, de un infarto cuando trabajaba en el mundo del grafismo lírico, rodeado de sus tres hijos y su esposa Antje Reumann quien desempañaba su labor profesional como fiscal y quien participó también del mundo poético experimental y ayudando en las tareas culturales de su marido. Juan Antonio Gonzalez Fuentes, en “Mi jaula es una celda”, donde hace pública su correspondencia de 1969-1983, dice que en uno de los papeles que había en su pupitre dejó escrito estos versos que bien pudieran ser su epitafio:

“Si llega un día,
Será sin zapatos
Golpeando la puerta
Con el rayo
Que no suena ni brilla
Pero hace daño.”

En vida, Boso, se consideró desarraigado en ese exilio voluntario fuera de su país. Añoraba el calor humano de su familia, que consideraba un pilar fundamental en su vida, y ese secarral castellano de su adolescencia, que se agudizó tras la muerte de su padre en marzo de 1971: “… a principios de marzo tuve que trasladarme a España para asistir al entierro de mi padre. Permanecí allí varios días con mi madre y mis hermanos. Y volví —como siempre que vuelvo de España— desquiciado del alma y del cuerpo. Castilla, mi tierra, es tan áspera y tan dura. Sobre todo, es mi tierra, mía sin pertenecerme ya. Más bien yo soy de esa tierra, yo le pertenezco. Eso es el exilio”3Correspondencia de Felipe Boso. Carta dirigida a Elías Canetti el 11 de abril de 1971.. Tras el fallecimiento de su progenitor y la quiebra de la fábrica de su padre, salvó la casa de Peñaranda y costeó la alimentación de su madre. En una de sus autobiografías escribió: “Como raíz no poseo más que el lenguaje. El lenguaje, es desde hace muchos años mi medio de vida como traductor y mi elemento como escritor. De él y para él vivo en el más amplio sentido de la palabra. Por él me desvivo. El lenguaje -visto más que oído- es mi tierra. Por él camino. ¿Llegaré a encontrarme en él un día?4Testimonio vital sobre Felipe Boso. Antje Reumann. El Norte de Castilla, 13 de abril de 2013.

Su obra

Ya de niño, con menos de diez años, había empezado a escribir versos. En 1957, cuando murió su abuela en Villarramiel, escribió una carta a su tío Luis Fernández, hablándole de sus recuerdos sobre la casa de la abuela: “…y el oscuro despacho donde yo aún escribí versos…”5Testimonio vital sobre Felipe Boso. Antje Reumann. El Norte de Castilla, 13 de abril de 2013..

Su obra se encuentra publicada en varios libros, dos de ellos editados en vida y el resto ya póstumos: T de Trama, La Isla de los Ratones. Santander 1970; La palabra islas, Editorial Garsi, Madrid 1981; Poemas Concretos, La Fábrica. Abarca de Campos 1994; Una palabra menos, Fundación Díaz Caneja. Palencia 2007 y Poesía concreta, Editorial Mediterránea, Barcelona 2008. Así mismo distintas revistas culturales y literarias como: “Papeles de Son Armadans”, “Artesa”, “Camp de l´arpa”, “Azkente” incluyen un buen número de trabajos suyos. En esta última en colaboración con Ricardo Bada. Fue un poeta generoso que dedicó gran parte de su vida a divulgar las obras de otros autores descuidando la suya propia y por ello tan desconocida antes de su muerte.

Evelio Gayubo, su valedor, y la Fábrica de Abarca

La figura de Felipe Boso fue sacada a la luz por el galerista Evelio Sanz Iglesias (Evelio Gayubo en el mundillo artístico) en julio de 1994 cuando estaba al frente del Centro de Arte Contemporáneo en La Fábrica de Abarca que había comprado en 1987. Se trataba de un proyecto atrevido y valiente en un territorio pobre en iniciativas culturales.

Pretendía Evelio con su proyecto la conservación del patrimonio de la vieja fábrica de harinas y la difusión del arte más vanguardista en un conjunto híbrido entre lo nuevo y lo viejo. Quería hacer de la Fábrica un lugar en el que trabajasen los artistas jóvenes y expusiesen sus obras en esa desnudez de Tierra de Campos con el oasis del canal, que lo convertía en un sitio paradisíaco “Un lugar lleno de magia”, según sus palabras, e ideal para la inspiración del artista.

Evelio Gayubo. Foto: Henar Sastre.

Se inauguró con una magna exposición de poesía visual que planteó Evelio como homenaje a Felipe Boso para dar a conocer la obra de este creador terracampino que estaba marginado por la cultura. La muestra incluía una sala dedicada a la obra original de Boso, arropada por otros 60 autores de 15 países y titulada con el nombre de “Escrituras para un tiempo de expectativas reducidas”. La muestra coordinada por Fernando Millán, amigo personal de Felipe Boso, permitía reconocer la historia de la poesía visual contemporánea desde la llamada poesía concreta hasta las manifestaciones más actuales. La inauguración se completó con diversos actos culturales y un concierto de órgano ibérico a cargo de Francis Chapelet.

En este espacio Gayubo divulgó las obras de Paco Pino y Felipe Boso como nunca se había hecho. Celebró varias exposiciones de poesía visual y editó el libro “Poemas concretos” de Boso, una publicación que sirvió para dar a conocer al gran público a este escritor palentino. Así mismo en junio de 1996 organizó una exposición con obras de Pino titulada como uno de sus libros, “Siyno sino”, en la que se reproducían en grandes dimensiones montajes basados en sus textos.

Desde entonces el interés por el poeta pellejero no dejó de crecer. Sus libros se reeditan total o parcialmente, y se le hacen homenajes. “…confío en que pueda ser útil para que las personas que aún no conocen a Felipe Boso se interesen por él…” manifestaba entonces Evelio Gayubo, “…lo más lógico es que esta tendencia continúe, y su obra inédita, sus escritos teóricos y críticos, se editen en forma de libro…”.  

Los problemas surgieron en el año 2001 durante la reforma de La Fábrica para acondicionar la planta superior del edificio como residencia de artistas. El elogiable proyecto de Evelio, ejecutado lamentablemente desde el desamparo y mínimo apoyo de las instituciones, abortó el proyecto de Abarca cuyas consecuencias siguieron el camino de los tribunales.

En tiempos en que escaseaban las iniciativas privadas, la antigua fábrica harinera de Abarca concebida como Museo de Arte Contemporáneo fue una de los proyectos culturales más interesantes que se realizaron en la provincia de Palencia a finales del siglo pasado y principios del actual. Se convirtió en un referente del arte de nuestro tiempo en plena Tierra de Campos, y permitió conocer la obra de artistas de relevancia nacional e internacional. Acudió a la feria internacional de Arte Contemporáneo (Arco) durante diez y seis años desde 1986, siendo la única galería seleccionada e Castilla y León para tal evento. Siempre tuvo como estrellas de su quehacer artístico a Felipe Boso y Paco Pino.

Con la Fábrica cerrada, Gayubo siguió apoyando y dando a conocer la figura de Felipe Boso. En 2008 un acuerdo con la Diputación de Palencia le permite realizar una oferta cultural donando un ejemplar de «Poemas concretos» a cada biblioteca municipal de la provincia con conferencias y exposiciones en las de Aguilar de Campoo, Saldaña, Dueñas, Carrión, etc. pretendiendo ser un nuevo reconocimiento a la obra poética del palentino Boso. Acompaña su obra con la reproducción expositiva de uno de los libros de agujeros, “Terrón Cántico”, de Francisco Pino, amigo personal de Gayubo. Este ciclo supuso la reaparición del galerista después de que tuviera que cerrar La Fábrica por las dificultades surgidas en las obras de reforma que le ocasionaron tantos problemas de salud. “…A mí me han arruinado económica y psíquicamente. He perdido la Fábrica de Abarca y la galería de Valladolid…“ decía en 2007 su creador6El Norte de Castilla, 18 de marzo de 2007.  En el año 2011, tras retejar y acondicionar el convento de San Bernardino de Cuenca traslada la instalación de Paco Pino de la Fábrica al convento de Cuenca, dando en este caso más prioridad a los poemas experimentales de Francisco Pino, inaugurando con una exposición titulada: «A San Francisco Pino, Terrón Cántico», cuyo epílogo final era un místico poema salido de la soledad del autor en su casa del Pinar de Antequera: «SÓLO LA TIERRA SALVADA PERMANECE» que Evelio siempre agradeció a Paco Pino y aún hoy día conserva en la fachada de una vieja casona de Gatón de Campos.

Casa de los Canónigos con poema de Paco Pino (Gatón de Campos)

El trabajo de Evelio en dar a conocer a Felipe Boso, sobre todo en Tierra de Campos, dará sus frutos y pronto se suceden los reconocimientos y homenajes. En 2009, estando al frente de la alcaldía Fernando Herrador le dedicaron una calle en su pueblo natal, Villarramiel, con la asistencia de la viuda del poeta, desplazada desde Alemania, en cuyo acto se colocó una placa con un poema de Boso y una conferencia del galerista.

En 2010, con motivo de la exposición «Escrito, está. Poesía experimental en España (1963-1984)» que se dedicó en el museo Patio Herreriano a la poesía experimental, con la presencia de la obra de Francisco Pino y de Felipe Boso, cuya muestra fue comisariada por Fernando Millán, acudiendo también su viuda, Antje Reumann, a la inauguración. Fue promovida por su directora Cristina Fontaneda.

Una iniciativa en el año 2016 de la Asociación Amigos de la Caneja, impulsó en Palencia una ruta de poemas visuales que tituló “Versos por las paredes” colocados en diferentes edificios de la ciudad y entre ellos uno de Felipe Boso sobre la lluvia en la fachada de la Fundación Díaz Caneja.

Exposición en el Museo Patio Herreriano de Valladolid (2010). Foto: E. Gallego - EFE

En 2019 la correspondencia y la obra visual de Boso clausuró el ciclo Encuentros de Poesía de Palencia organizados por El Norte de Castilla y patrocinados por el propio Ayuntamiento. Formaron la mesa redonda, moderada por el director del periódico y poeta Carlos Aganzo:  Jaime Siles, poeta y amigo personal de Felipe Boso, el palentino Julian Alonso, y el editor de la correspondencia de Boso, Juan Antonio González Fuentes.

Recientemente, en 2021 en Villalón de Campos a iniciativa del IES Jorge Guillén y en colaboración con el Ayuntamiento, pusieron en marcha el proyecto Legado de Nuestra Tierra para dar a conocer al alumnado algunos poetas terracampinos, a través de una exposición temporal que fue inaugurada en el Museo del Queso con la obra del poeta de Villarramiel.

La correspondencia de Felipe Boso

Desde que falleciera el poeta, su viuda Antje Reumann, que falleció en 2017, veló y custodió el archivo y legado de su marido, que finalmente donó en el año 2011 a la Biblioteca Nacional de España. Interesada en que fuera editada de manera coherente la obra, tanto la dispersa en publicaciones literarias, como la recogida en libros, mas la experimental. Fueron catalogados por la Biblioteca Nacional los documentos que componen los fondos del archivo personal del poeta. Está formado por obras propias del autor, incluyendo borradores y originales de sus numerosos poemas, así cómo algunos artículos y ensayos, documentos de trabajo y organizados en 16 cajas que contienen 389 carpetas y 13.200 documentos.

El libro: “Mi jaula es una celda”, publicado por Ediciones Bahía, recoge gran parte de esa correspondencia de Boso y su comunicación con otros escritores españoles e hispanoamericanos. Sobre él afirma Jaime Siles que: “se trata de un libro importante para conocer la historia de la poesía experimental española e hispanoamericana…nadie como Boso ha llevado la poesía al concepto del lenguaje más allá del lenguaje”.

Autobiografía. Los poemas concretos.

Vídeo de la presentación del libro «Mi jaula es una celda», donde Fernando Millán habla sobre Felipe Boso:

Fuentes documentales:

  • Mi jaula es una celda: (CORRESPONDENCIA, 1969-1983). Escrito por Juan Antonio González Fuentes. Ediciones La Bahía.

  • Biblioteca Pública de Palencia. Felipe Boso.

  • Felipe Boso y el espíritu de la tierra. Prólogo del libro “Los poemas concretos”, escrito por Fernando Millán.

  • Hemeroteca El Norte de Castilla.

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