Siempre leí que en Villafrades los únicos nobles que existieron eran los Escobares, sin embargo ya en el siglo XVI hubo otros que probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid tales como Rodrigo Cerón (1514); Juan Candamo (1539); su yerno Alonso Morán (1573); o Hernando y Alonso Juárez de Puago (1571). Cierto es que todos ellos entroncan, en una serie de casamientos concertados, con los Escobares. Estas líneas, están dedicadas a los Candamo de Villafrades y su famoso vínculo con que Juan de Candamo trató de perpetuar el linaje y su mantenimiento, pero pronto, desoyendo la voluntad del testador, pasaron los bienes a ser patrimonio de los Escobares.
Linaje que desciende del concejo de Candamo (Asturias), cuyo nombre tomaron, probablemente de Candamín una pequeña aldea de la parroquia de El Valle. Varias líneas dimanadas de este solar fundaron nuevas casas, primero en otras parroquias del citado concejo de Candamo y más tarde sus descendientes se establecieron en las Regueras, Oviedo y Cangas de Onís, para pasar luego a Castilla. Algunos de los más célebres de este linaje fueron el Maestre Candamo, autor de “Egas el escudero y la dueña doña Aldonza. Fechos es de burlas”, que narra los cortejos de Egas un escudero natural de Solares de Carriedo quien corteja a su dueña doña Aldonza de la que está enamorado. Es una obra narrativa de la literatura castellana medieval escrita en 1342 por el Maestre Candamo. También lo fueron el rico home Joan González de Candamo o su hermano don García nombrado este maestre de Santiago en el cerco de Alcaraz el año 1213; o don Francisco Antonio de Bances Candamo, uno de los poetas dramáticos más brillantes del siglo XVII descubierto por Narciso Díaz Escobar.
Una de estas ramas que se establecen en la meseta; es la asentada en Pelilla de Yuso de Cabia, un lugar hoy despoblado de Quintanilla Somuñó en la provincia de Burgos donde Luis Candamo “el viejo” tenía hacienda, tierras, viñas, heredades y casas, así como en las villas próximas de Villardemiro y Villavieja. Actualmente, del lugar de la Pelilla solo se conserva una fuente entre Cabia, Villavieja y Estepar que señala el sitio donde estuvo situada la población. Cuando prueba su hidalguía Juan Candamo en el año 1539 en el lugar de Pelilla solo vivían dos personas, su abuelo, Juan Candamo “el viejo” ya viudo de su esposa Leonor Rodríguez y un agricultor llamado Alonso Veli. En 1745, en el Catastro de la Ensenada figura como una granja perteneciente, junto con Santiuste, al Marqués de Navamorcuende comprendiendo su perímetro once kilómetros. Sus límites eran al norte con Mazuelo de Muñó; al sur con Estepar; al este con Mazuela; y al oeste con Cabia, en el término de Quintanilla de Somuñó. Como curiosidad cerca se encontraba otra granja llamada de Frades sita en la merindad de Candemuñó entre Villaverde Mogina y Belbimbre y pertenecía al monasterio de Arlanza.
Esta rama se establecería luego en Villafrades donde llega Hernando Candamo, después de la guerra de Perpiñán en 14991La guerra de Perpiñán (1495-1499) fue un conflicto bélico entre los Reyes Católicos y Carlos VIII de Francia con grandes movilizaciones de tropas hechas en Castilla para la defensa de Rosellón. No se solucionaron las cosas y luego vendría la guerra de los Segadores en 1642 que dio principio a una larga guerra que duro treinta años. Muy documentado está en “La frontera de Perpiñan. Nuevos datos sobre la primera guerra del Rosellón 1495-1499” de Landero Galán Aurora., quien casa en esta localidad con Isabel de Villarroel, teniendo morada en la calle del Santísimo Cristo “a do llaman las Puertas de Calvo, donde siempre han vivido hijos dalgos”. Posteriormente algunos parientes se asientan en Villamoros de las Regueras, una localidad perteneciente al municipio de Villaquilambre en la provincia de León.
JUAN CANDAMO, EL FUNDADOR
Nuestro biografiado, Juan Candamo “el mozo”, fue alcalde mayor de la villa de Trigueros y su valle que comprendía los términos de Trigueros, Corcos, Quintanilla, Cubillas y las aldeas o despoblados de Valenoso, Canalejas, Villavelasco, Palazuelos y Los Santos, algunos comprados por Gutierre de Robles en 1458. Residía en el castillo de los Robles de Guevara donde se produjo su fallecimiento. Hizo testamento el día 2 de febrero de 1564, cuando ya estaba enfermo en cama y a petición de D. Fernando de Robles Enríquez, sexto señor de la villa de Trigueros y Caballero de Santiago, es llamado el escribano local don Rodrigo de Valderrábano a quien Candamo le dio y entregó “zerrado e sellado” su voluntad. Fueron testigos Francisco de Aller, Juan de Aller, Guillén Sotelo, Diego de Robles, Diego de Valderrábano, Bernardo Sotelo, y Gutierre de Ureña, todos ellos vecinos de Trigueros.
Fue un hombre profundamente religioso y muy docto e ilustrado pues no en vano los Robles, lo habían elegido, por su condición de noble y posiblemente togado, como alcalde mayor de la villa y su valle, quien se encargaba de la administración política2En los siglos XVI y XVII el cargo de alcalde mayor, que aparece ya en el siglo XIII, era la autoridad que se encargaba de mantener el orden y a cuyo cargo corría la administración política de un área o distrito. Se le terminó asociando como título nobiliario a familias nobles. Letrado con funciones de asesoramiento del corregidor en los municipios castellanos en los que existía dicho oficial real cuando era de capa y espada, es decir noble y no togado. El nombramiento de estos funcionarios venía expresado por medio de provisiones reales..
Al contrario de lo que era frecuente en las villas de señorío con el nombramiento de los alcaldes mayores elegidos por los señores del lugar, que daban pie a frecuentes conflictos con los pecheros, como ocurrió luego con Hernando Sotelo en 1585; o Diego Girón en 1591; no sucedió esto con Juan Candamo quien era muy respetado por los vecinos de Trigueros y su valle3En 1585, una Real Provisión dirigida a la justicia del Valle de Trigueros para que se guarden y cumplan varios autos dictaminados, a petición de Francisco de Robles y Guzmán, señor del lugar, en el pleito que trató junto a Hernando Sotelo, alcalde mayor, con el Concejo, sobre la intromisión por parte de dicho alcalde mayor en juicios de primera instancia en detrimento de los alcaldes ordinarios..
Cumplía todas las cualidades morales de la época que se concretaban en el temor a Dios, buena fama, lealtad al monarca y honradez a la hora de desempeñar las funciones. Años después de su fallecimiento, en 1584, los vecinos de Quintanilla de Trigueros solicitan a don Francisco de Robles, señor de Trigueros, que acabe con los abusos cometidos por los alcaldes mayores al quitar la vara a los alcaldes ordinarios y sacar a los vecinos de esta villa a tratar sus pleitos en Trigueros.
Juan Candamo vio la luz en Villafrades, fueron sus padres don Hernando de Candamo y doña Catalina Villarroel. Tuvo una hermana, Beatriz. Cuando fallecieron sus padres, él era muy joven, y su abuela materna, Catalina de Peñalosa4El apellido Peñalosa muy corriente en esas fechas en Villafrades lo toman de un lugar, hoy despoblado, que existió en la Senda de la Loma, junto a la Fuente de las Tortas., se encargó de su educación. Contrajo matrimonio con Catalina Álvarez de la Serna, también natural de Villafrades con la que no tuvo descendientes.
No le resultó difícil probar su condición de caballero hidalgo cuando lo demanda ante los tribunales de la Real Chancillería en 1539 pues su hidalguía le viene por nobleza de sangre, la que se tiene por ser descendiente en condición de hijo, nieto, y bisnieto de quienes fueron hidalgos desde tiempo inmemorial5Según la definición que contienen las partidas de Alfonso X, el sabio, “…hidalguia es nobleza que le viene a los hombres por linaje” que quiere decir hijos del bien.. Esta condición social llevaba aparejados ciertos deberes como la obligación de mantener caballo y armas, a fin de acudir a la guerra en el momento en el que el rey le reclamase. Como contrapartida, entre otros privilegios concedidos a los hijosdalgos, estaban la exención de pago de ciertos tributos y el derecho de palomar.
El pleito sobre su hidalguía comenzó el día 6 de julio de 1536 cuando se presentaron en su casa Juan Gascón, escribano; Gonzalo Torres, Alonso Rojo, procurador general; Miguel Gascón y Diego Pastor, cogedores de los pechos reales y Gaspar Pastor y le pidieron prendas por doscientos maravedís que le habían repartido del pecho real al cual dijo Juan Candamo que: “era y es hijosdalgo por lo cual dijo no les daría prenda ninguna”. Luego dicho alcalde, regidores y procurador mandaron le fuesen requisadas prendas por dicho importe al considerarle pechero.
Para probar la hidalguía de su padre y abuelo, Juan Candamo, solicita testimonios de algunos de los omnes buenos y más ancianos de la merindad de Candemuñó como Francisco del Valle de 65 años y Pedro García el viejo de 60 años vecinos de Villardemiro; Ortega de Segovia, vecino de Celada del Camino; Alonso de Castilla de 90 años vecino de Estepar. De Villafrades a Diego Ordoñez (hidalgo) de 54 de años; Sebastián Núñez de 60 años; Julio de Castilla de 70; Diego de Escobar y Juan de Rabanal quien había sido compañero de Hernando en la guerra de Perpiñán y con el que había vuelto tras finalizar ésta a Villafrades, después de pasar antes por el lugar de Pelilla para visitar a su anciano padre; su madre había fallecido años antes.
A lo largo de los años compró propiedades de tierras, viñas, herrenales, foros, bodega, etc. en Villafrades y fundamentalmente aquellas que salían a la venta por parientes de la familia que estuvieran en dificultades. También tiene haciendas en Villalba y Villalogán. En esta última compró la heredad cuando se estaba despoblando el lugar, pues señala que las casas están arruinadas convertidas en herrenales y las viñas en tierras de labor6Tenemos noticias del castillo de Villalogan por el tratado de Cabreros de 1206. El Becerro de Presentaciones de 1468 dice que tiene buenas casas y heredades. El 8 de marzo de 1684, el licenciado Marcos Cencexo levantó escritura acreditativa de que el término de Villalogán había quedado despoblado. El castillo se encontraba junto a las actuales casas de una finca en una mota de tierra. Martínez Ortega, Ricardo, “El tratado de Cabreros…” Fortunatae 2002.. También menciona que tiene setecientos ducados de un censo que compró de «Aguileras y Vapor» de renglón y medio porque no cabía más (podría tratarse de alguna naviera de las que salían a las Nuevas Indias).
Era hombre de una gran formación, a la que daba especial importancia en los valores de la persona. Un pequeño dato muy significativo aparece en su testamento, cuando deja parte de sus bienes a los hijos de su hermana Isabel (Pedro, Isabel y Antonio de Vega) se lee lo siguiente: “…que el dicho Pedro de Vega (hermano mayor) tenga encargo de la administración de la persona y bienes del dicho Antonio su hermano hasta que se case o tenga edad o estado de tener sus bienes y le mando y encargo tenga cuidado de él y le ponga a leer y escribir como por su hermano lo debe hacer”.
Falleció en 1567 en la fortaleza de Trigueros. Sus restos fueron trasladados a Villafrades y se les dio sepultura en la iglesia parroquial de Santa María de Grijasalbas como había ordenado: «…si moriese en Trigueros en la dicha iglesia parroquial se me digan ciento cincuenta misas y en Villafrades donde me he de enterrar otras ciento cincuenta y en los monasterios de San Francisco y Santo Domingo de Villalón cada uno cien misas».
SUS ANTEPASADOS
JUAN CANDAMO “EL VIEJO” Y LEONOR RODRÍGUEZ
Pertenecía a noble familia de célebre linaje que figuró en los anales de los reinos de Asturias y León. La historia y heráldica del apellido Candamo está muy bien documentada en distintas publicaciones de heráldica como: «Heráldica de los apellidos asturianos» de Francisco Sarandeses; «Enciclopedia Hispanoamericana de Heráldica, Genealogía y Onomástica» de los hermanos García Carraffa, y continuada por Endika de Mogrobejo; «Nobiliario Español» de Julio de Atienza; o en el «Diccionario Heráldico y Nobiliario de los Reinos de España» de Fernando González.
Por el pleito litigado en la Real Chancilleria con el concejo, justicia y regimiento de Villafrades sobre su hidalguía sabemos que fueron sus abuelos paternos Juan Candamo el viejo y Leonor Rodríguez, quienes tenían hacienda y casa solariega, donde vivían, en Pelilla de Yuso de Cabia. También heredades de tierras y viñas en Villardemiro, Quintanilla de Somuñó y Villavieja de Muñó en la comarca de Estepar. Fallecida Leonor, Juan siguió viviendo en el lugar de Pelilla hasta su muerte. Ya viudo vino hasta tres veces a ver a Hernando a Villafrades, una de ellas a casar a su hijo.
HERNANDO CANDAMO “EL VIEJO” E ISABEL DE VILLARROEL
Hernando, nacido en la aldea de Pelilla, se comentaba que era hijo bastardo de una mujer casada, pero pasó toda su infancia junto a sus padres, Juan y Leonor, trabajando en las haciendas que tenía la familia. En 1495, un conflicto entre los Reyes Católicos y Carlos VIII de Francia hace que se movilicen grandes cantidades de tropas en Castilla para la defensa de Rosellón. Allí esta Hernando quien entabla amistad con Juan de Rabanal, un joven natural de Villafrades y quien seguramente se había sumado al llamamiento real que se produjo el 20 de mayo en Palencia, donde hubo un alarde general el día 25 de junio que reclutaba la presencia de 347 hombres de armas y 600 jinetes. Estos dos amigos estarían como espindargueros o jinetes en una de las veinticinco capitanías de las Guardas Reales destacadas en la frontera de Perpiñan, que era el núcleo más fuerte del ejército compuesto por unos dos mil soldados.
Tras licenciarse deciden venirse los dos amigos a esta villa donde Hernando se casa con Isabel de Villarroel. Isabel era una joven descendiente del estado de la nobleza castellana quien es la elegida como esposa del joven Hernando. Según testimonio de Diego Ordoñez, “… al tiempo que se había de casar el dicho Hernando de Candamo, fueron Anibal Cueña, vecino de Villalón y Juan de Peñalosa, vecino de esta villa, fueron al lugar donde decía era natural a saber si era hidalgo o no lo era …de que se habían informado de ello y habían sabido que era hidalgo e por ser le dieron la mujer que le dieron en casamiento…”7Testimonio de Diego Ordoñez, hidalgo que se dijo ser de 54 o 55 años de edad. Archivo Real Chancillería de Valladolid, sala de los hijosdalgo, caja 409, 2.. Aníbal y Juan habían ido a Pelilla a preguntar por el padre de Hernando de quien se informaron que era buen hidalgo.
Por palabras del propio Juan Candamo sabemos que sus padres residieron en una vieja casona que pertenecía a su abuela: “… digo y declaro que por cuanto mis padres de tiempo antiguo acá las casas en que yo vivo y tengo en Villafrades en el barrio de la Puerta de Calvo la tuvieron y han tenido por su solar donde siempre ha vivido hombres hixos de algo y cuya casa en mi memoria contraria la cual dicha casa por falta de varón la tubo y poseyó mi abuela Catalina de Peñalosa y vino a la tener mi padre llamado Hernando Candamo la que por estar maltratada gastó en la reparación. Muerto él túbola mi agüela y la reparó hasta que yo llegué a entender que casi estaba un punto de acabar de se caer y yo la retorné a reparar y mejorar”.
EL TESTAMENTO DE JUAN CANDAMO
En el largo documento de testamento que redacta el propio Juan Candamo, que recoge sus últimas voluntades y cómo desea que sean repartidos sus bienes, demuestra poseer sólidos y profundos conocimientos de todas las disciplinas del contexto social e histórico. Lo redacta el día 2 de febrero de 1564, cuando se encontraba enfermo postrado en cama, pero en su juicio y entendimiento, ante el escribano de la jurisdicción y fortaleza de Trigueros, don Rodrigo de Valderrábano, a quien Candamo confió sus últimas voluntades.
El documento con diversas mandas que revelan la voluntad del testador de dejar todos los asuntos bien determinados, entregándose cerrado y sellado para su oficialización, apertura y cumplimiento post mortem, como así se hizo en Villafrades el día 10 de mayo de 1567 tras los actos que se hicieron para su validación “el señor Miguel Gascón alcalde ordinario en la dicha villa y en presencia de Pedro de Aguilera escribano ante los testigos Pedro de Vega, vecino de Urones e de Rodrigo Álvarez de la Serna, vecino desta villa, estando en las casas de Juan de Candamo halló el testamento cerrado ante don Rodrigo de Valderrábano el cual le busca y alló en un arca de su casa…”.
Del testamento, cuya transcripción completa dejaremos para otra ocasión, daremos cuenta de las mandas, pues fue un documento trascendente durante un tiempo en la vida de Villafrades.
Comienza el testador haciendo una larga profesión de fe muy propia de una persona muy religiosa cómo era: “…vieren como yo Juan de Candamo alcalde de Trigueros vecino de la Vª de Vª frades estando enfermo de mi cuerpo y bueno de mi juicio natural tal cual Dios Nuestro Señor tubo por bien…temiendo la muerte que no se sabe el tiempo ni hora que Dios me querrá llamar en honra y alabanza de Dios Nuestro Señor”.
Como ya hemos señalado fue enterrado en la iglesia de Santa María de Grijasalbas: “… mando me hagan honras y cabo de año en esta villa. Para las honras todos los clérigos de la villa con los que de fuera se pudieren juntar hasta veinte clérigos, y haya algún fraile y den de comer hasta cuarenta pobres de la dicha villa que más necesidad tengan y se repartan sesenta reales como mejor pareciese a los testamentarios. Para el cabo de año misa de clérigos y a otros cuarenta pobres les repartan una carga de trigo masado los panes que hubiere en ella dando a cada uno según su necesidad y con cada pan ocho maravedíes para carne”.
En uno de los apartados de su testamento deja ordenado que «se sacase un traslado autorizado signado del dicho testamento, y mandas en él contenidas, para que se pusiese en el libro y archivo de la iglesia parroquial con la intención de que no se traspase dicho testamento y se perdiese o extraviase dicho traslado en la iglesia».
Nombró testamentarios y ejecutores a Rodrigo Álvarez de la Serna y Pedro de Vega, cuñado y sobrino respectivamente, y acordándose de algunos parientes, llamó a sus sobrinos, hijos de su hermana Beatriz de Candamo, Luis y Hernando de Peñalosa; luego a Catalina de Peñalosa su sobrina; luego los hijos de Isabel Escobar su hermana; y a Isabel de Villarreal y Catalina Villarreal hijos de Antonio Villarreal su hermano; y a Pedro Vega, Isabel de Vega y Antonio de Vega sus sobrinos hijos de Isabel Escobar su hermana, “…Y tem digo y declaro que una tierra que compré al Paguillo de Hernando de Peñalosa, mi sobrino, que costó seis mil maravedís mando se la devuelvan que es pobre”. “… Item digo que por cuanto yo dixe a Alonso Moran que después de mis días le daría cien ducados por que se casó con mi sobrina mando no los pida y se contente con lo que hago en este testamento con la dicha mi sobrina”8Como se ve, la diferencia de apellidos se explica porque menciona como hermanos a cuñados..
Luis Candamo era un buen ejemplo de los valores que debía tener en el modo de vida y conducta un hijodalgo tales como honor, honradez, valor, lealtad, generosidad, templanza, y servicio con vida y hacienda a su nación, a su rey y a su pueblo. En su testamento queda fundado un vínculo Aniversario Principal al cual había añejado ciertos bienes en Villafrades y Villalogán y en primer grado había llamado a Isabel Candamo “…para que este dicho vínculo con el nombre de Candamo tenga con el dicho apellido tenga como aniversario del dicho apellido se nombraba su abuelo, Hernando de Candamo mi padre”. Y otro segundo vínculo menor que tenía una tierra a la reguera de Pedro Barba que compró a su sobrino Hernando de Peñalosa: “para un aniversario el día de San Miguel y el que lo tuviere haga vigilia y misa cantada por el de mi mujer y mis padres. Que lo tenga Catalina de Candamo, mi sobrina, mujer de Albaro de Escobar “.
Son varios los asuntos que tocan el corazón de Juan Candamo a la hora de redactar su testamento, orientado a reforzar vínculos y potenciar la conservación del apellido: “…Y declaro que el vínculo principal de la casa, viña y heredades de Villafrades y Villalogán que no venga de padre a hijo, sino que sea transversalmente…que estas casa y heredades y lo demás no ha de venir ni venga de padre a hijo sino transversalmente dos casas de una con otra de dos sobrinas mías”.
Igualmente le preocupa mucho la conservación de la casa solar que el mismo había reformado y mejorado “…digo y declaro que se repare y hay mi memoria de Hernando mi padre que fue el que digo yo debió que más esta casa levanto y que la halló dada por vieja y perdida no se moraba y especialmente a loor de Dios Nuestro Señor….el que tuviere la dicha casa la haya con sus herrenales, corrales, silares, bodega, cueva y lagares, como yo la tengo y poseo y es condición que el que la tuviere estas dichas casas y lo que más pondré y anejare adelante que ande con ellas para siempre jamás”. “Es mi voluntad que el que lo tubiere las casas bien reparadas y las tenga siempre ansí y la viña bien cercada y las tierras bien tratadas…El que tubiere el vínculo mayor de vestir pobres es mi voluntad que ha de tener y tenga el nombre y apellido de los Candamos sin mezclar otro con el suyo después del de pila al sobrenombre ha de ser Candamo como mi padre lo tenía y yo lo tengo”.
Era también condición ser vecino y avecindado en la dicha villa de Villafrades; y si viniere el caso que el vínculo mayor se casase con el que tuviere el menor en tal caso “…aclaro que el casamiento no tenga fuerza de juntar estos dos vínculos. Que por siempre estos vínculos anden por dos casas y transversalmente como he dicho y de nuevo que nunca se junten en una, sino que siempre haya dos la una la tenga el vínculo principal y la otra el de la Reguera de Pedro Barba”. Que quien tenga este vínculo ha de ser hijosdalgo y no es llamado otra persona. Si es mujer y se casa con hombre pechero que no sea hijodalgo mando lo pierda.
OFRENDA DEL PAÑO
La manda más importante del testador al portador del vínculo mayor era la Ofrenda del paño o vestir pobres: “Item mando que a las vísperas como a la misa del día de Santo Tomé busquen cuatro pobres si en el pueblo los hubiere y sean vecinos y si no de fuera para que lleven estas hachas a la iglesia y la ofrenda y porque en este tiempo que a estos cuatro pobres los vistan y vayan vestidos aquel día cuando llevaren la ofrenda de paño que cueste a cinco reales la vara que sea pardo de Vuriel9De buriel se denominaba a un paño pardo rojizo, que se usaba por los labradores en días de fiesta y luto. y haya en cada vestido de pobre seis varas y se lo den echo de esta manera capotes y zaragüelles y calzones hasta do llegaren a cada uno las seis varas dichas y les den a cada uno una camisa de estopa todo esto hecho por amor de Dios y que esté hecho aquel día todo esto en cada un año para siempre jamás. Y los den aquel día de comer a todos quatro pobres como pobres, vaca y una escudilla de caldo y pan y vino. Y mando que estos pobres han de ser de esta villa si los hubiere que sean de los que hubiere en el hospital o los traigan o busquen fuera, los quales pobres han de ser señalados y nombrados por tres personas el uno el que tubiere el dicho vinculo y el cura de la villa y el tercero aquel a quien por este testamento fuere llamado a tener este vínculo después que vacare. Y estos cuatro pobres lleven este vestido con Dios y hagan del lo que quisieren y cada año se le dé a pobres vecinos de la dicha villa si los hubiere. Y mando que para nombrar estos pobres se junten en cada un año los susodichos dia de San Martín y los nombren para que haya tiempo para hacer los vestidos y mando que el que tubiere el vínculo les de tres reales para guantes”. Estos pobres no han de ser siempre unos, sino que cada un año nombren los más necesitados.
DESCENDIENTES
Fallecida Isabel, el vínculo mayor pasó a su hermana Catalina quien ostentó los dos vínculos hasta que se produce su fallecimiento y se entabla un pleito por su posesión entre los hijos de ambas. El 8 de febrero de 1585 Alvaro Escobar Candamo, hijo de Catalina se presenta ante Miguel Gascón, alcalde ordinario de la villa pidiendo y demandando los vínculos que había fundado su tío Juan Candamo en su testamento, pero poco después Hernando Morán Candamo, hijo legítimo de Isabel Candamo, representado por su curador Julio Ruiz de Salgado, vecino de la villa de Guaza, reclama la última voluntad «que había fechado y echo fundados vínculos y memorias y aniversarios que se decían y contaban en la iglesia de Nuestra Señora de Grijasalbas iglesia parroquial de dicha villa y la memoria de vinculo menor a la víspera y día de San Migel de Septiembre de cada un año para seguro y perpetuidad del segundo vinculo anejo una tierra de Nuestra Señora de Justosalva, tierra sita en los términos de la dicha villa de Villafrades a do dicen a la Reguera de Pedro Barba, lindero tierra de Nuestra Señora de Grijasalbas y tierra de Miguel Gascón el viejo, que haría seis iguadas poco más o menos». Se lo dan a Hernando con la condición que venga a residir a Villafrades.
A partir del siglo XVIII los vínculos pasarán a los Escobares y no sabemos con certeza la razón por la que se adoptó anteponer como primer apellido al Candamo como era voluntad del fundador el de Escobar. Algunos de los tenentes serían: Manuel Escobar Candamo; Pedro Escobar Candamo (vínculo menor); Luis Escobar Candamo (1790-1811) o Luis Escobar Martín (1843 los dos vínculos).
JUAN ESCOBAR CANDAMO, "EL INDIANO"
El oro y el negocio del tinte de la cochinilla, que era una actividad importante, había hecho de Antequera, en la Nueva España, una ciudad atractiva para Juan Escobar, pues unos años antes con la llegada de Hernán Cortés a esta zona, Antequera había logrado ser considerada como villa en 1526 pasando a realizar el trazado urbano Juan Peláez de Berrio.
Juan Escobar Candamo era hijo de Álvaro Escobar y Catalina de Cándamo, nieto del fundador. Había nacido en Villafrades en 1571, huérfano de muy joven, a la edad de 18 años, se traslada a Valladolid y pronto se apunta de pasajero a Indias, concretamente a la Nueva España (Mexico) como criado del doctor Juan de Castilla, clérigo que había sido nombrado por el Rey para ocupar la vacante de tesorero de la nueva catedral de Antequera del valle de Oaxaca. Era chantre maestro de canto llano en esta catedral otro terracampino, Cristobal Barroso, natural de Palacios de Campos.
Para poder embarcar en la expedición hacia el virreinato de la Nueva España, fundada por Hernán Cortés, necesita buenos informes. Antonio de la Serna, en representación de Juan Escobar por ser menor, el 2 de marzo de 1590, solicita referencias para la aprobación del Rey Felipe II al alcalde ordinario de Villafrades, Miguel Gascón el mozo. Tenía necesidad de llevar información como ser hijo legítimo y de los no prohibidos a pasar a las Indias. Recaba información de los más ancianos, como Juan Cavallo el viejo de 76 años, Pedro Aparicio de 66 años, Miguel Gascón el viejo de 83 años y Esteban Sánchez de 72 años, vecinos a los que dicho alcalde hizo comparecer ante sí y les toma juramento. Dicen: “…que es mozo soltero no casado ni desposado ni haber dado palabra de casamiento a ninguna mujer y de edad de veinte años poco mas o menos, de mediana estatura, lampiño sin barba, que tiene una señal sobre el ojo izquierdo, persona pacifica, bien comedido y no revoltoso atento lo cual había información de lo susodicho lo cual estaba presto. Saben que los padres son cristianos viejos y descendientes de tales cristianos viejos libres de toda nota y raza de judíos, marranos, penitenciados, sambenitados, moros ni ninguno de ellos ni de sus padres ni antepasados hayan caído en ninguna cosa de las susodichas ni haber sido castigado por el Santo Oficio de la Inquisición antes”.