Jesús Gutiérrez Aláez, el dulzainero de Melgar

El pasado sábado 18 de marzo en el Centro Cultural de Melgar de Arriba se realizó un acto de reconocimiento a este veterano dulzainero por su trayectoria de más de cuarenta años dedicado a la dulzaina y a la divulgación de la música tradicional.

Este evento, organizado por iniciativa de sus compañeros y amigos del grupo “Campo de Mielgas”, contó con la inestimable colaboración del Ayuntamiento de la localidad y asociaciones locales. La numerosa participación, a pesar del interés que había en que fuese éste en un ambiente familiar y cercano a la figura de “Chuchi”, contó con grupos de folk y danzas, algunos ya desaparecidos pero congregados de nuevo para este homenaje; agrupaciones de dulzaina y caja; y escuelas de dulzaineros, con los que Jesús está vinculado, cómo grupos invitados.

Un local repleto de personas que quisieron acompañar al homenajeado, y que contó con la presencia del alcalde y presidente de la Asociación para el Desarrollo Rural (ADRI), José Andrés García Moro; el también alcalde de Santervás y Diputado Provincial, Santiago Baeza; José Luis Herrero, un veterano músico y dulzainero de Villada amigo del homenajeado; amistades llegadas de distintos pueblos de la zona y un gran número de paisanos. Las presentaciones corrieron a cargo del conocido dulzainero vallisoletano José María Barajas, “Chemita”, que comenzó agradeciendo a la familia, Ayuntamiento, y asistentes su presencia.

La apertura del acto corrió a cargo del alcalde José Andrés García, quien dio la bienvenida a los participantes y agradeció que para el acto se eligiese su pueblo, “…es de agradecer que se acuerden de un pueblo donde vive una persona singular”, refiriéndose a Jesús. Tomó la palabra seguidamente Fermín Baeza, dulzainero de Campo de Mielgas, para agradecer por su presencia a los grupos que se desplazaron desde la capital y de distintos pueblos de la provincia, quien señaló que la razón de haberse realizado en esta pequeña localidad terracampina no es otra que el propio nombre del grupo que da título al pueblo. Poniendo un poco de ingenio a la presentación terminó con la frase: “…en este grupo todos nos consideramos discípulos de Jesús”. Concluyeron los preliminares con un audiovisual, realizado por Marta Gómez, sobre la figura de Jesús, el dulzainero de Melgar cómo se le conoce por los alrededores, aplaudido por los asistentes, algunos de los cuales desconocían la amplia trayectoria del dulzainero en los distintos grupos y formaciones tradicionales.

Las intervenciones de los distintos grupos invitados comenzaron con Alborada, origen y germen de Campo de Mielgas, integrado en su momento por Jesús, Félix y sus dos hijas, y en este caso acompañados por César Gutiérrez. Interpretaron una entradilla o danza al punteado muy típica de los pueblos de Tierra de Campos como melodía típica de procesiones o recepción de autoridades.

Jesús Gutiérrez, Félix Rivero y César Gutiérrez (Foto: Besana)

Siguió una pequeña ambientación de una escena rural con la maestra doña Amelia (Ana Maté) y el señor Blas, el pregonero (José Miguel Cantero) quien echó un pregón dedicado al dulzainero melgarejo. La numerosa representación de Tierras Propias con el grupo de folk  y cuatro parejas de bailadores entre los que se encontraban también Cristina, hija de Jesús, y  otros componentes de Raíces Castellanas interpretaron una pieza de baile titulada Romance, jota y seguidilla. No se notó para nada los años alejados de los escenarios de los miembros de estos grupos señeros del folklore vallisoletano.

La tercera intervención corrió a cargo de la Escuela de Música Tradicional Tierra de Pinares de Aldeamayor, dirigida por mi buen amigo y excelente dulzainero Luis Ángel Fernández. De esta escuela formaron parte como alumnos en su día Chuchi y el presentador Chemita, quien apuntó que “…cuando me preguntan que quien me enseñó a tocar la dulzaina siempre digo que el maestro Luis Ángel”. Esta escuela es una de las pioneras y referente en el mundillo de la dulzaina a nivel nacional y de la que Jesús ha formado parte hasta hace unos años en su afán por mejorar y perfeccionarse en el instrumento. Interpretaron una revolada castellana y una rumba de su disco 415 Los vértices de la esfera.

EMT Tierra de Pinares (Foto: Marta Gómez París)

La aparición del grupo Levid Folk fue recibida con una gran ovación. Ángel, el juglar del siglo XX, como le calificó el presentador, hace composiciones propias, respetando los cánones y ritmos tradicionales y en esta ocasión interpretó una jota de su cosecha titulada: Los Dulzaineros, dedicada en esta ocasión a Jesús quien puso en sus manos su primera dulzaina y le enseñó los primeros conocimientos del instrumento. Del cuarteto de su formación estuvo acompañado por el virtuoso músico Mario Castán, pero lo que realmente encandiló al público fue ver a las percusiones a César y Juan Gutiérrrez, hijo y nieto de Jesús. Este último en su primera actuación en público.

Levid Folk (Foto: Marta Gómez)

El grupo de Coros y Danzas Besana quiso realizar algunas danzas muy arraigadas en esta zona de Tierra de Campos como son los paloteos. El primero y con toda seguridad desconocido por los asistentes fue un lazo de los que interpretaban los danzantes de Melgar de Arriba titulado Las Ovejuela que recogió el propio homenajeado de algunos ancianos de la localidad que conocieron al antiguo dulzainero local Valentín Rodríguez “el Curro”, coreografiado por Marta Gómez. Siguió un popurrí de lazos en esta vez de San Cebrian de Mazote.

Foto cedida por Cristina Gutiérrez

Campo de Mielgas subió al escenario con algunos amigos, también músicos, y colaboradores del grupo, como: Javier Sanz, Maxi Rodríguez, Alejandro Cerro, Alberto Lobo, Miguel Baeza, Marta Gómez, José Luis Lorenzo y el propio alcalde de la localidad José Andrés García, caja que acompaña a Jesús en algunas actividades y celebraciones locales. Para la ocasión tocaron un tema de los famosos dulzaineros de Peñafiel, ”El Compañero” y un par de jotas populares bailadas por muchos de los asistentes.

Finalizaron las intervenciones con el grupo Carravilla de La Pedraja de Portillo, que interpretaron un pasodoble muy especial titulado: “A mi maestro, Jesús Gutiérrez”. “…fue mi primer maestro y aparte de las notas y tocar el instrumento, me enseñó lo que debe de enseñar un profesor que es el cariño, amor y respeto por el instrumento”. Con estas palabras y muy emocionado presentaba Francisco García, alumno aventajado de la Escuela Abuelo Puja de La Pedraja de Portillo, el bonito pasodoble que ha compuesto a su amigo y primer profesor. Le acompañaron Jaime Vidal, su amigo y redoblante habitual, Luis Ángel Fernández, como segunda dulzaina y Alex Cerro al bombo.

Jesús Gutiérrez y José Andrés García (Foto: Marta Gómez)

El cierre del acto tuvo lugar con unas bonitas palabras que le dedicamos sus amigos Segundo Álvarez y yo mismo, y la entrega de una placa por parte del alcalde en la que se leía: “El municipio de Melgar de Arriba al vecino Jesús Guriérrez Aláez por su apoyo a la cultura y tradiciones y su constante colaboración con las actividades locales”.

La clausura se llevó a cabo en el edificio de las antiguas escuelas, donde el ayuntamiento y la asociación de jubilados tenían preparado un ágape. Los asistentes fueron acompañados hasta allí por los sones de las dulzainas de los numerosos dulzaineros participantes. También aquí Jesús recibió muestras de cariño de los asistentes, y algunos obsequios, cómo un albúm que recoge los momentos más trascendentales de su dilatada carrera, una placa del grupo Besana y una pequeña escultura de Rafa, unos de sus discípulos de la Escuela San Ildefonso de La Cistérniga.

Pinceladas biográficas

Jesús Gutiérrez es uno de los dulzaineros más veteranos en la actualidad. Se inicia en el arte de la dulzaina a principios de los 80 en plena decadencia del instrumento. Según él mismo suele decir esto se produjo de una manera casual, ya que se apuntó, en el barrio de las Delicias, a unas clases de música con instrumentos creyendo que era para tocar el acordeón, pero eran cursos que impartía Lorenzo Sancho quien le ofreció una dulzaina para que se iniciase.

Su interés por el instrumento creció y continuó su formación como alumno de Francisco del Pozo “Pachín”. Más tarde forma junto con su compañero Félix Rivero y sus hijas, Almudena y Silvia, el grupo Alborada, con el que acompañaban pasacalles de autoridades, gigantones, procesiones, etc. y durante un tiempo al grupo de danzas Raíces Castellanas.

En el año 2001 se funda de la Asociación Campo de Mielgas, de la mano de Jesús, aunque realmente empieza su actividad poco tiempo después con algunos de sus discípulos de las escuelas el Abuelo Puja de La Pedraja de Portillo y San Ildefonso de La Cistérniga. Precisamente el nombre del grupo viene de una planta silvestre que se da por algunas zonas de Tierra de Campos y de la cual tomaron nombre los melgares, en uno de los cuales nació Jesús.

En su trayectoria de más de veinte años Campo de Mielgas ha tratado de divulgar en lo posible, todo lo relacionado con la cultura tradicional, siendo la música castellana su referente, bien de carácter religioso con temas procesionales de marchas corridos o danzas rituales para acompañar a cofradías o funciones religiosas de Santervás, Gatón, Rioseco, Zaratán, Padilla de Duero, Moral de la Reina, Melgar de Arriba, La Cistérniga, etc. o bien de tipo profano con pasacalles, alboradas, dianas, etc. para ambientación musical del Mercado del Queso de Villalón, Gigantones de Valladolid, Los Faroles de Tordesillas, Mercado Peregrino de Santervás, Fiesta de la Vendimia de Melgar de Abajo, o la Matanza de Palazuelo.  

Desde su fundación colaboró con algunos grupos folklóricos como Tierras Propias en su puesta en escena de estampas castellanas; y los Comuneros; o con el grupo Magarza y los Amigos de las Habaneras de Mayorga en “Sones de mi tierra” donde se fusionaron escenas costumbristas con repertorio folklórico, toques de campanas recogidos a distintos campaneros y sacristanes de la zona y poemas del rapsoda terracampino Aderito Pérez Calvo.  Actualmente lo hace colaborando como dulzainero y músico del Grupo de Coros y Danzas Besana.  

Jesús junto al grupo Besana en la celebración de las marzas (2023). Foto: Miguel A. Rogero.

Ha participado en algunos festivales benéficos en residencias de ancianos; actos culturales; y en certámenes y homenajes a Jesús García “Chus”, Francisco del Pozo “Pachín” o algunos organizados por el colectivo de folklore.

Con la introducción de la dulzaina castellana en las procesiones de Semana Santa acompañó durante algún tiempo, junto a sus compañeros, a la banda de la Cofradía del Descendimiento y actualmente forma parte del grupo de dulzainas que aporta la música a la procesión de Villafrades de Campos, Arrabal y La Pedraja de Portillo.

Jesús, alma mater de este grupo y quien en su afán por participar de forma activa en las tradiciones populares de su tierra, comenzó a tocar la dulzaina, instrumento que forma parte de su vida y le acompaña desde hace muchos años.

Sirva pues esta reseña como reconocimiento a su labor musical y la formación, como maestro de nuevas generaciones, que le valió en su día la concesión del premio Diez para Diez como terracampino de pro.

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