Las campanas de Villafrades

El toque manual de campana español acaba de ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco. Desde el miércoles pasado este legado histórico ha pasado a engrosar este listado con el objetivo de poner en valor y salvaguardar esta práctica ancestral.

Esta agradable noticia nos trae a la memoria el trabajo realizado algunos años atrás con el fin de documentar las tradiciones de una zona concreta de Tierra de Campos y grabar los toques más característicos que aún se conservaban. Este proyecto comenzó en el año 2002 con la intención de preparar un repertorio combinado de toques de campanas y dulzaina llamado «Sones y clamores de mi tierra». Para ello mi primera intención fue la de grabar a Severiano Gordaliza «Seve» (Villafrades), pero al no ser posible optamos para nuestro trabajo de campo por contactar con algunos de los campaneros que tañeron o seguían siendo tañedores de campanas por aquella época en localidades cercanas como Gatón (Carmelo de la Rosa), Ceinos (Jaime Fernández), Cuenca, Villalón… .

En aquella aventura estaba acompañado por mi buen amigo Aderito Pérez Calvo, quien semanas más tarde me hiciera llegar este bonito poema:

«Aprendí de niño el único lenguaje que entienden todos los seres humanos. Me lo enseñaron las campanas» (Aderito Pérez Calvo, agosto 2002)

Campanero

La música en tu pecho era cautiva
Tu pasión fervorosa más que humana
Te encaramó a la luz desde la torre
Fundiéndote al metal de las campanas.

El viento se alió con los badajos,
El cielo convertido en pentagramas
Un manantial azul de notas era
Se te metió la música en el alma.

Ya todo soledad, todo deseo,
Las cuerdas y tus manos se incendiaban
Llenabas los confines campanero,
De llantos de bordón, ecos y llamas.

Ebrias de golpear al infinito
Tantas alegres notas, tantas ascuas,
Tanto dolor y tanta calentura
Para estrellarse en las más altas tapias.

Queremos alegría, campanero
Arráncala del labio a tus campanas,
Consigue que tus potros se desboquen
Sobre las verdes copas, bronce y plata.

Toca para todos los que no sabemos,
Con música recibe a la alborada,
Al nacer, al morir, tócala al hombre,
A fiesta tócale que le hace falte

En el año 2015 y también para documentar el audiovisual «Un día de Fiesta» retomamos la grabación en esta ocasión a José María Ramos, vecino de Villafrades, que realizaba los contados toques de campanas que aún se conservaban en la localidad. Fruto de aquella grabación, nos queda esta muestra:

Toque de campanas: José María Ramos del Olmo. Iglesia de San Juan Evangelista de Villafrades de Campos (Valladolid). Grabado por Rafael Gómez y Francisco García.

Más tarde en 2018, como complemento a un plan institucional de recuperación a través del cual se fabricó una nueva campana para la Iglesia de San Juan Evangelista de Villafrades y se cambiaron las melenas de las cuatro restantes, quisimos como un apéndice más del Museo Ecclesias Albas aprovechar las piezas que quedaron en desuso para montar en el atrio de dicha iglesia una exposición con la campana María que ha quedado fuera de servicio por estar quebrada, y acompañarlas con paneles informativos incluyendo una breve historia de las campanas de Villafrades.

Volviendo a la figura del campanero cabe mencionar que antiguamente eran muchos los toques que existían. El arte de campanero iba mucho más allá de aporrear el bronce con el badajo sino que se consideraba un oficio que además solía pasar de padres a hijos. Los toques de la iglesia los hacía el sacristán y los del Concejo se sacaban a subasta entre la gente que supiera realizarlos.

Las campanas regulaban la actividad laboral y social de los vecinos. Tocaban al Alba al despuntar el día dando comienzo así el trabajo diario, el Ángelus señalaba el descanso para la comida y el toque de Ánimas marcaba el final de la jornada.

A continuación podéis encontrar el enlace al artículo íntegro publicado en el número 458 de la Revista de Folklore en el año 2020, dedicado a la memoria de José María Ramos, último campanero de Villafrades, extensivo a toda la familia Ramos del Olmo (Celestino, Dolores y Anita), por su contribución al mantenimiento, y a la continuidad de muchas tradiciones del pasado en Villafrades de Campos.

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