Introducción

El folklore de Tierra de Campos es poco conocido y ha desaparecido rápidamente debido a la despoblación tan feroz que ha sufrido la zona. Con ello se han perdido para siempre infinidad de costumbres, ritos y ceremonias que curiosamente en Villafrades hemos sabido conservar. Así por mantener nuestra típica danza hemos sido capaces de resistir primero a la desaparición de los viejos tamboriteros propiciada por el florecimiento de la dulzaina a mediados del siglo XIX y más tarde, a pesar de nuestro desagrado, adaptarnos a bandas u orquestas y, más aún ir al son del moderno radiocasete tarareando los lazos de la procesión, cuando escaseaban los músicos tradicionales que se identificaban de lleno con el folklore y costumbres del lugar. Afortunadamente hoy en día se ha ido recuperando parte de esa pureza perdida con el resurgimiento de los dulzaineros y gracias a la llegada de unos expertos músicos que durante estos últimos años se sienten identificados con el folklore de este pueblo y contribuyen a transmitir fielmente el repertorio musical de la danza.

De mucha importancia se consideraban hasta los años cincuenta las danzas de palos que acompañaban las procesiones de las fiestas patronales de prácticamente la totalidad de pueblos del contorno que paulatinamente fueron dejándose de hacer: Villarramiel, Meneses, Cuenca, Gatón, Guaza, Villabaruz, Tamariz , Castromocho, Autillo, Ceinos, Berrueces, Villacarralón, Moral, Herrín, etc. Bien es verdad que en algunos de ellos se siguen realizando, pero no de riguroso continuo (caso de Herrín) o se han rescatado de una forma esporádica y fugaz como Villabaruz o Gatón. En la mayoría de los casos se ha producido como consecuencia de la despoblación de la zona, algo contra lo que Villafrades tampoco ha podido luchar, sin embargo, esto no ha ido ligado a la desaparición de los danzantes existiendo aún hoy candidatos dispuestos.a suceder a los actuales.

Centrándonos en los primeros documentos donde existen referencias claras a las danzas en Villafrades el primer libro es de 1575, no pudiendo precisar si se trata de las danzas tal cual las conocemos actualmente o qué cambios se han podido producir a lo largo del tiempo. No ha sido posible encontrar información anterior a esta fecha, sin embargo se intuye la existencia de ellas en fechas anteriores debido al excelente clima y la riqueza de danzas que muestran los primeros asientos y que en muchos se definen como algo que se viene haciendo ya según costumbre. Posteriormente las citas en algún libro o revista han llevado nuestra danza a la literatura, pero esta presencia ha sido tan pobre y escasa en su estudio o investigación científica que hay un desconocimiento general de la riqueza cultural que ella contiene y que se manifiesta en pequeños detalles tan importantes como antiguos. Así los ritos del mazapán, las avellanas, las «colaciones» e incluso el mismo paloteo podrían ser vestigios de tradiciones de los pueblos primitivos y ceremonias paganas de tribus asentadas en nuestra Tierra de Campos antes de la romanización.

El objetivo de este trabajo es realizar una pequeña recopilación del folkore villafradeño limitando este amplio campo a la característica danza de palos, con el fin de que exista una referencia escrita que sirva a futuras generaciones como fiel reflejo del pasado. Otro de los objetivos que se persigue con este estudio es poner en conocimiento de organismos oficiales y entidades competentes la existencia de estas interesantísimas danzas fomentando así su divulgación y solicitando a éstos que se preocupen de proteger debidamente este tipo de tradiciones que con tanto arraigo han subsistido a lo largo de los siglos.

La base de este estudio está realizada con arreglo a tres conceptos básicos u orientaciones: musical (danzas, bailes, melodías y cantos); plástica (traje, adornos, aparejos, fotografías, etc.); y etnográfica (tradiciones, costumbres y ceremonias).

Se han tratado de contextualizar mediante fuentes escritas (archivos, bibliotecas y trabajos de antropólogos, etnógrafos e historiadores) la diversa documentación referente a la danza de Villafrades desde los primeros datos hallados (s.XVI) y su evolución hasta el momento actual. Pero especialmente la información más valiosa la hemos conseguido de una serie de personas tenaces que han resistido al rápido proceso de la desaparición de tan honradas costumbres y tradiciones que siempre quiso conservar la villa y que hicieron posible que nuestra danza continúe realizándose según antañona suerte. Y son ellos quienes con satisfacción y orgullo nos informaron puntualmente: Flaviano Gordaliza, Celestino Ramos, Nieves Alonso, Timotea Gordaliza, etc. Entre estos testimonios destacamos también los de las personas ajenas al pueblo como el dulzainero Ricardo Gutiérrez (hijo del tío Mariano «Ap. Calcón» a quien acompañó a tocar siendo un niño la fiesta de Villafrades), quien destaca la tenacidad con que defendían los villafradeños todo lo relacionado con la costumbre y la tradición.

Acompañando este libro se adjuntan dos grabaciones de carácter documental (en formato CD y DVD) que pretenden complementar y enriquecer esta recopilación tanto desde el punto de vista musical como invitando al lector a conocer el contexto de la danza en Villafrades.

Antes de cerrar este prólogo, queremos mostrar nuestro más profundo agradecimiento por la colaboración recibida durante la elaboración de este trabajo a Jonás Castro (archivero), Javier García (editor del DVD), a todos los villafradeños que nos han proporcionado gran cantidad de información (fotografías, testimonios, grabaciones,…), a la Asociación Cultural «El Cordón», y al Ayuntamiento de Villafrades que en todo momento trata de fomentar en la medida de lo posible estas antiquísimas danzas así como cualquier iniciativa que ayude a conservarlas.

Para todos ellos nuestra gratitud y afecto.

Marta Gómez París
Rafael Gómez Pastor
Elías Martínez Muñiz

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