También en este ala se encuentra la Capilla de Nª Sª de Grijasalbas construida en el año 1952 por el poeta local Maximino Rodríguez “Velay” como agradecimiento a la Virgen por sanar de una grave enfermedad que le atenazaba.
En su interior se encuentra la excelente talla de la Virgen de Grijasalbas. Es la patrona y a la que se la atribuyen diversos milagros relacionados con la villa. Etimológicamente su nombre significa “piedras blancas”. Obra de finales del siglo XV o principios del XVI de autor desconocido. Su policromía está repintada. Se encuentra de pie, sobre la media luna, sosteniendo en su brazo izquierdo al Niño. Sabemos que es retocada por el dorador Antonio Tello en 1679 y el escultor Santiago Carnicero en 1691 repara su cara que había sido dañada por un incendio. La espalda de la talla está plana y han sacado como a escoplo la madera de su interior, por lo que deducimos que la figura estaría sentada sobre un trono que pudiera ser el que estaba realizando Carlos Carnicero en 1707.
Un inventario de 1689 la sitúa en la antigua Iglesia de Santa María de Grijas Albas: «En el Altar Mayor está el Santísimo Sacramento en custodia de plata que pesará ocho reales de a ocho, con su tapa del mismo, metido en un cajón de madera sin llave y una medalla insignia del Santísimo Sacramento con sus dos angelitos en sus corporales. En el Retablo Mayor, arriba de la custodia está Nuestra Señora en su nicho (tiene un niño en el brazo izquierdo que tiene una flor en su mano izquierda y en la otra una bola, con su corona de plata que pesará cinco reales de a ocho. La corona de la Virgen pesará 16 reales de a ocho con cuatro piedras preciosas y un rosario de azabache».
En esta misma capilla nos encontramos también un apéndice del museo dedicado a la Patrona. En la parte izquierda una vitrina con mantos, ropajes y alhajas donados por devotos. En la parte derecha un espacio dedicado a los danzantes de la Virgen que la honran durante su festividad, además de un libro de fábrica de la desaparecida Iglesia de Santa María de Grijasalbas que da comienzo en 1605, y un alquerque que se encontraba en el pórtico de dicho edificio. Antes de salir de la capilla nos despide el Varal de la Tradición, una alegoría a la danza.
Más información: El Varal de la Tradición