Pablo Medina Gordaliza nació el 25 de enero de 1886 en Villafrades de Campos. Sus padres fueron Mariano Medina (natural de Herrín) y Petra Gordaliza. Tuvo tres hermanos; Salvador (del que daremos una reseña biográfica más adelante), Martina y Valentín. Su madre enviudó muy joven (1894) y cuyas virtudes y buenas obras la hicieron ser muy querida por todos los vecinos de Villafrades.
Desde muy pequeño se desató en él esa enorme caridad por los demás, no pocos días la merienda que recibía de su madre al volver de la escuela se la entregaba disimuladamente a alguno de los niños pobres del contorno que él iba a buscar; hecho sin embargo que no pasó desapercibido a su hermano Salvador.
Pronto se inclinó hacia el claustro; tenía un tío dominico y allí se disponía a ir junto con su hermano Salvador. Pero de repente un buen día cambió su rumbo e ingresó un 20 de febrero de 1898 en el postulado claretiano de Segovia donde cursó Humanidades. En agosto de 1901 empieza el noviciado, profesando el 16 de septiembre de 1902. Ya en aquellos primeros años dio pruebas de sus aptitudes poéticas; pues estando en el tercer curso de Humanidades, y por consiguiente antes de cursar Retórica y Poética, compuso un largo diálogo de millares de versos titulados «El divino nacimiento».
Pasó por Cervera en cuya ex-universidad cursó Lógica y Metafísica, volviendo a Segovia en 1904 para estudiar Ética y primero de Teología Dogmática. En 1906 se encamina a Santo Domingo de la Calzada para cursar segundo y tercero de Dogma y dos más de Teología Moral y Derecho Canónico. Por fin es ordenado sacerdote el 3 de abril de 1910; siendo éste el momento en que comienza una fecunda labor educadora enseñando Retórica en Santo Domingo de la Calzada y Valmaseda. Admiraba siempre por su pasmosa erudición, tenaz en retener, fácil en recitar y ocurrente en la aplicación de los recuerdos literarios.
En 1917 es trasladado a Zamora como director de los Luises, desarrollando una amplia labor social que se dejó notar sobremanera. Adquirió el edificio en la parte de los Luises y edificó el Centro en ellos; compró un cine de los mejores y todo ello salió a flote gracias a su ingenio, Esta asociación llegó a estar en su tiempo y merced a su dirección, sobremanera floreciente.
Como rector de la comunidad pasa a Calahorra en 1934, donde empieza a manifestar la diabetes, enfermedad que le traerá muchos momentos de dolor, pues en 1940 se le produjo un ántrax maligno en el cuello, llegando a tal grado de inflamación que apenas se le distinguía la cabeza del cuello. Superada la enfermedad; emprendería la última etapa de su vida con más deseos, aunque el cuerpo saliera maltratado de ella. En esta época era una persona muy solicitada para la predicación de sermones; tomando parte en algunos de Villafrades, Villarramiel y otros pueblos próximos en los que era muy conocido por las frecuentes conferencias que daba en el salón de Villalón invitado por la Federación de Sindicatos Católicos.
Este intelectual e ilustre poeta villafradeño pasó parte de su vida acosado por las enfermedades a las que aceptaba con gran entereza y que pudiéramos resumir en este verso suyo:
«Voy del sufrimiento en pos,
por más que el mundo se asombre
que el dolor hizo a Dios homebre
y al hombre ha de hacerle Dios»
Falleció en Zamora el día 28 de julio de 1943, dando ejercicios espirituales a unas religiosas donde se sintió indispuesto y falleció casi repentinamente. Desde que expusieron su cadáver fue un continuo desfilar de gentes llorando y rezándolo, pues no en vano era muy querido en esta ciudad. Todos los diarios de Burgos, Zamora, Pamplona y alguna otra provincia dieron noticia del suceso.
Entre sus obras literarias destaca una colección de poemas que su hermano Salvador reunió tras su fallecimiento, con intención de publicarla, pero que no llevándose a cabo tal publicación, ignoramos su paradero. Sería una satisfacción poder localizar esta colección poética de Pablo Medina y hacer posible su publicación. Otras de las cualidades literarias, que durante la última etapa de la carrera de estudiante, resaltaron poderosamente en él son las obras de teatro y comedias de las que es autor de las siguientes:
- «El coco de los políticos» Drama que trata sobre la vida del Padre María Claret, fundador de la orden a la que pertenecía, cuando vivía en la corte.
- «El Prócer y el Cardenal». Drama sobre el Cardenal Cisneros que narra la destrucción de Villafrades por haberse levantado contra él dos nobles de dicha villa. Fue editada para un concurso de Acción Católica, celebrado en Madrid. Sobre esta obra hemos podido contactar con varias personas que han visto su representación en escena, catalogándola como muy interesante y rica en diálogos; estas personas son todos ellos religiosos por lo que es muy posible que no haya sido representada fuera de este ámbito.
- «Los chicos de la prensa». Diálogo de muchísima actualidad en aquel entonces.
Como persona extremadamente humilde que era, fue poco partidario de concurrir a certámenes y concursos con su literatura. Lo hizo una sola vez, después de ordenado sacerdote, concurriendo a un certamen provincial, celebrado en Avilés, con una poesía que titulaba «Asturias, tierra hidalga»; la cual aunque llegó fuera de tiempo, fue premiada por unanimidad con la Flor Natural. Presidía el jurado del certamen el ilustre Armando Palacio Valdés. Ocurrente en todas sus cosas, al insinuarle los directores del certamen que nombrase la Reina de la Fiesta y que si no tenía predilección por alguna persona, le agradecerían designase a una distinguida dama, hija de un famoso político, les contestó que la Reina que él designaba era la Virgen de Covadonga; pero que para representarla le parecía bien la que indicaban. Llamó tanto la atención aquella composición literaria que para conocerle le llamaron desde tan lejos a una predicación de compromiso al año de ordenarse.
Tras este galardón renunció voluntariamente a cultivar el arte de la poesía haciendo voto a la Santísima Virgen de no publicar más versos. Esta determinación la tomó más por amor a la Virgen que por el temor a la vanagloria, pues su condición humildísima no dejaba traslucir sus preclaros talentos.
El Prócer y el Cardenal
R.P. Pablo Medina
1932 Talleres Claret (Santiago de Chile)
Drama histórico que se sitúa en el periodo de regencia del Cardenal Cisneros, con el descontento de los nobles y la destrucción de Villafrades, como argumento y cuya escena se presenta en la planta alta del castillo de Simancas.
Se nota que el autor ha realizado un excelente trabajo de documentación previa del lugar donde se desarrollan los hechos y de la acción que discurre en torno a los acontecimientos recogidos del comportamiento de los personajes históricos en cuestión.
Fue estrenada esta obra en un concurso de Acción Católica, celebrado en Madrid y editada por Epifanio Ramos en Santiago de Chile en 1934.
Fuente: Villafrades de Campos. Algo más que Ecclessias Albas. Diputación de Valladolid. 1999.